El glaucoma es una enfermedad ocular que puede causar ceguera. Para evitar complicaciones, es importante seguir algunos cuidados y precauciones si se padece de glaucoma.
Esto incluye evitar ciertos ejercicios y hábitos perjudiciales como la maniobra de Valsalva, frotarse los ojos o usar cosméticos irritantes.
También es importante llevar una vida saludable en general, controlar la presión arterial y tener revisiones anuales.
En este artículo, hablaremos más en detalle sobre qué no debes hacer si tienes glaucoma y otros consejos útiles para cuidar de tu salud ocular.
Índice
¿Qué es el glaucoma?
El glaucoma es una enfermedad ocular que causa daño en el nervio óptico y puede provocar ceguera. Existen diferentes tipos de glaucoma, siendo los más comunes el de ángulo abierto y el de ángulo cerrado.
Definición y tipos de glaucoma
El glaucoma de ángulo abierto se produce cuando el líquido ocular no drena correctamente, lo que provoca una acumulación de presión en el ojo y daña el nervio óptico. Es una enfermedad progresiva y silenciosa que puede no presentar síntomas hasta que la visión está seriamente dañada.
Por otro lado, el glaucoma de ángulo cerrado es menos común y se produce cuando el iris bloquea la salida del líquido ocular.
Síntomas y diagnóstico
En la mayoría de los casos, el glaucoma no presenta síntomas hasta que la enfermedad está bastante avanzada. Los síntomas pueden incluir visión reducida, dolor ocular, enrojecimiento y náuseas. Es imprescindible acudir al oftalmólogo regularmente para detectar a tiempo el problema, ya que un diagnóstico temprano es importante para evitar la pérdida de visión.
Causas y factores de riesgo
El glaucoma puede estar causado por distintos factores. En algunos casos, existe una predisposición genética, mientras que en otros puede estar relacionado con la edad, la presión arterial alta o la diabetes.
El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol también pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. Además, algunas lesiones oculares también pueden aumentar el riesgo de padecer glaucoma.
Cuidados y precauciones para personas con glaucoma
Cuando se tiene glaucoma es importante tomar medidas para evitar complicaciones y controlar la enfermedad. A continuación, se describen algunos cuidados y precauciones para las personas que sufren de glaucoma:
Maniobra de Valsalva y otros ejercicios
Algunos ejercicios pueden elevar temporalmente la presión intraocular, especialmente los que implican esfuerzos físicos intensos o la maniobra de Valsalva, como levantar pesas o toser. Por lo tanto, se recomienda evitar estos ejercicios o realizarlos con moderación.
Frotarse los ojos y uso de cosméticos irritantes
Frotarse los ojos con frecuencia o usar cosméticos irritantes alrededor de los ojos puede aumentar la presión intraocular, lo que puede empeorar el glaucoma. Por lo tanto, se recomienda evitar frotarse los ojos y usar cosméticos suaves e hipoalergénicos al rededor de los ojos.
Gafas de natación o de protección inadecuadas
Al nadar o realizar actividades al aire libre, es importante proteger los ojos de posibles lesiones y exposición excesiva al sol.
Sin embargo, el uso de gafas de natación que se ajustan con demasiada fuerza puede elevar la presión intraocular. Por tanto, se recomienda en estos casos elegir gafas adecuadas, que no compriman demasiado los ojos y que tengan protección contra los rayos UV.
Prevención y revisiones anuales
Para prevenir complicaciones y asegurarse un correcto control del glaucoma, es fundamental seguir una buena higiene bucal, evitar lesiones oculares y seguir cuidadosamente las pautas de medicación recetadas por el especialista.
Además, las revisiones anuales por parte del oftalmólogo son clave para detectar cualquier problema a tiempo y ajustar el tratamiento en consecuencia.
Consejos prácticos para la salud ocular
Alimentación rica en vitaminas y minerales
Una dieta equilibrada y saludable es clave para la salud ocular. Algunos alimentos ricos en vitaminas y minerales que pueden ayudar a prevenir el glaucoma o retrasar su desarrollo son: frutas y verduras frescas (especialmente zanahorias, espinacas, brócoli, naranjas, kiwi, arándanos y fresas), pescado azul (salmón, sardinas, atún), frutos secos (almendras, nueces), carnes magras (pollo, pavo), legumbres y cereales integrales. Estos alimentos contienen antioxidantes y vitaminas C, E y B1, que pueden ayudar a proteger los ojos.
Control de la presión arterial y del peso corporal
Mantener un control adecuado de la presión arterial y el peso corporal puede ayudar a prevenir la aparición del glaucoma.
La hipertensión arterial y el sobrepeso son factores de riesgo para esta enfermedad ocular, por lo que mantener una presión arterial saludable y un peso adecuado puede ayudar a prevenirla.
Evitación de hábitos perjudiciales como la falta de sueño o el consumo excesivo de sal y café
Algunos hábitos perjudiciales pueden aumentar el riesgo de desarrollo del glaucoma. Por ejemplo, la falta de sueño puede aumentar la presión intraocular.
Además, el consumo excesivo de sal y café puede contribuir al aumento de la presión sanguínea, lo cual a su vez puede incrementar la presión intraocular. Es importante tratar de reducir estos hábitos perjudiciales para proteger los ojos y prevenir el glaucoma.
Hábitos saludables para cuidar la salud visual
Además de las recomendaciones específicas mencionadas, hay otros hábitos saludables que pueden contribuir a la prevención del glaucoma.
Por ejemplo, proteger los ojos de la exposición excesiva a los rayos ultravioleta del sol usando gafas de sol con protección UV, descansar la vista frecuentemente al trabajar en un ordenador (Regla 20-20-20) o leer durante largos períodos de tiempo, mantener una buena higiene ocular (sobre todo si se usan lentes de contacto), y evitar frotarse los ojos con frecuencia.
También es importante seguir las pautas de tratamiento y control médico establecidas por el oftalmólogo experto en el cuidado del glaucoma.
Tratamientos y prácticas médicas para el glaucoma
El glaucoma es una enfermedad ocular que afecta a la visión periférica y puede llevar a la ceguera si no se trata a tiempo.
Las causas del glaucoma son variadas y no es posible revertirlo, sin embargo, existen tratamientos y prácticas médicas que permiten controlar la enfermedad y evitar la pérdida de visión.
Tratamientos quirúrgicos
- Trabeculoplastia láser: se trata de un procedimiento en el que se utiliza un láser para aumentar el drenaje de humor acuoso, reduciendo así la presión intraocular.
- Implante de válvula: se utiliza para aquellos pacientes en los que otros tratamientos no han sido efectivos. Consiste en la colocación de un dispositivo que ayuda a drenar el humor acuoso y disminuir la presión intraocular.
Pomadas y gotas para reducir la presión intraocular
En casos leves o moderados, se pueden prescribir pomadas o gotas oftálmicas que disminuyan la presión intraocular, como los beta-bloqueantes, los análogos de las prostaglandinas o los inhibidores de la anhidrasa carbónica.
Estos medicamentos deben ser administrados diariamente y es importante seguir la prescripción médica y acudir a las revisiones periódicas para evaluar su efectividad.
Evaluación y tratamiento del nervio óptico
El nervio óptico puede resultar dañado en el glaucoma y esto puede afectar gravemente la visión. Por ello, es importante una evaluación constante de la salud neurológica ocular, para detectar si existe algún problema y aplicar los tratamientos necesarios.
Para ello se realizan pruebas para evaluar el campo visual y la estructura del nervio óptico y, dependiendo de los resultados, se puede aplicar tratamiento con medicamentos o incluso cirugía.
Seguimiento y control médico de pacientes con glaucoma
- Revisiones periódicas: es importante realizar revisiones periódicas para evaluar el avance de la enfermedad, la efectividad de los tratamientos y realizar los ajustes necesarios. Esto permitirá detectar cualquier cambio en la salud ocular y tomar medidas a tiempo.
- Control de la presión intraocular: la medición de la presión intraocular es clave para el diagnóstico y seguimiento del glaucoma. El médico oftalmólogo debe controlarla regularmente y en función de los resultados, ajustar el tratamiento.