El lagrimeo ocular, o epífora, es un síntoma común que afecta a personas de todas las edades. Aunque las lágrimas son esenciales para la salud ocular, una producción excesiva puede ser incómoda y señal de diversas condiciones subyacentes. En este artículo, exploraremos qué es el lagrimeo ocular y su función en la protección y lubricación de los ojos.
También abordaremos las causas comunes del lagrimeo, desde alergias e irritaciones ambientales hasta infecciones y fatiga ocular. Además, discutiremos cuándo es necesario consultar a un médico y las pruebas que pueden realizarse para diagnosticar la causa del lagrimeo.
Proporcionaremos información sobre los tratamientos médicos y remedios caseros que pueden ayudar a controlar este problema, así como consejos de prevención para mantener la salud ocular. Al entender estas diferentes facetas, podrás tomar medidas informadas para abordar el lagrimeo ocular y mejorar tu bienestar visual.
¿Qué es el lagrimeo ocular?
El lagrimeo ocular, conocido médicamente como epífora, es un fenómeno en el que se produce un exceso de lágrimas en los ojos, que puede ser continuo o intermitente. Aunque las lágrimas son esenciales para la salud ocular, el lagrimeo excesivo puede ser un síntoma de diversas condiciones oculares y sistémicas. Desde un punto de vista médico, este exceso de producción de lágrimas puede ser resultado de la sobreproducción por las glándulas lagrimales o debido a una obstrucción en los conductos lagrimales que impide el drenaje adecuado de las lágrimas.
Las lágrimas juegan un papel crucial en la protección y lubricación de los ojos. Compuestas por una mezcla de agua, aceites, moco y anticuerpos, las lágrimas forman una película lagrimal que cubre la superficie del ojo. Esta película tiene varias funciones esenciales:
+ Lubricación: Mantiene la superficie del ojo húmeda, lo que facilita el movimiento suave de los párpados y reduce la fricción que puede causar irritación.
+ Protección: Las lágrimas contienen enzimas y anticuerpos que ayudan a combatir las infecciones al eliminar bacterias y otros microorganismos que puedan entrar en contacto con el ojo.
+ Eliminación de partículas: Ayudan a eliminar polvo, desechos y otros cuerpos extraños que puedan entrar en el ojo, previniendo así irritaciones y daños en la córnea.
+ Nutrición: Proporcionan oxígeno y nutrientes a la córnea, que no tiene suministro de sangre propio y depende de las lágrimas para recibir estas sustancias esenciales.
La adecuada producción y drenaje de lágrimas son fundamentales para mantener la salud ocular. Cuando este equilibrio se altera, puede resultar en sequedad ocular o en un lagrimeo excesivo, ambos de los cuales pueden afectar significativamente la comodidad y la visión.
Causas comunes del lagrimeo ocular
El lagrimeo ocular puede ser causado por una variedad de factores. A continuación, se describen algunas de las causas más comunes:
Alergias
Las alergias son una causa frecuente de lagrimeo ocular. Cuando los ojos entran en contacto con alérgenos como el polen, el polvo, el moho o el pelo de mascotas, el sistema inmunológico reacciona liberando histaminas. Estas sustancias químicas provocan inflamación y aumento de la producción de lágrimas como mecanismo de defensa. Los síntomas típicos de las alergias oculares incluyen enrojecimiento, picazón, hinchazón y, por supuesto, lagrimeo excesivo.
Irritaciones ambientales
El ambiente puede tener un impacto significativo en los ojos, causando lagrimeo como respuesta natural. Factores como el humo, el viento y la contaminación pueden irritar la superficie ocular. Por ejemplo, el humo de los cigarrillos, el polvo en el aire o incluso el aire seco y frío del invierno pueden desencadenar una producción excesiva de lágrimas en un esfuerzo del ojo para protegerse y mantenerse lubricado.
Ojo seco
Aunque parezca contradictorio, el ojo seco puede causar un exceso de lágrimas. Cuando los ojos no producen suficientes lágrimas de calidad para mantenerse lubricados, se vuelven secos e irritados. Esta sequedad extrema estimula las glándulas lagrimales a producir una gran cantidad de lágrimas de emergencia, que son acuosas y no contienen los nutrientes necesarios para una correcta lubricación, resultando en un lagrimeo constante.
Infecciones
Las infecciones oculares, como la conjuntivitis y la blefaritis, pueden causar lagrimeo excesivo. La conjuntivitis, o «ojo rojo», es una inflamación de la conjuntiva, la membrana que recubre el ojo. Puede ser viral, bacteriana o alérgica, y se caracteriza por enrojecimiento, picazón, secreción y lagrimeo. La blefaritis es una inflamación de los párpados que también puede ser causada por bacterias o disfunción de las glándulas sebáceas, presentando síntomas como enrojecimiento, picazón, costras en las pestañas y lagrimeo.
Problemas oculares
Algunos problemas físicos en el ojo pueden causar lagrimeo. La obstrucción de los conductos lagrimales impide que las lágrimas drenen correctamente, lo que resulta en su acumulación y derrame. Además, condiciones como el ectropión (cuando el párpado se gira hacia afuera) y el entropión (cuando el párpado se gira hacia adentro) pueden interferir con la distribución adecuada de las lágrimas, causando irritación y lagrimeo.
Fatiga ocular
El uso prolongado de pantallas de computadoras, teléfonos y otros dispositivos electrónicos puede causar fatiga ocular. La exposición constante a la luz azul y el esfuerzo continuo para enfocar pueden llevar a una disminución en el parpadeo, causando sequedad e irritación. Para compensar, los ojos pueden producir más lágrimas, resultando en lagrimeo excesivo.
Cuerpos extraños
La presencia de un objeto extraño en el ojo, como una mota de polvo, una pestaña o un fragmento pequeño, puede desencadenar una respuesta inmediata de lagrimeo. Este reflejo natural ayuda a lavar y eliminar el cuerpo extraño del ojo, protegiendo la córnea y la conjuntiva de posibles daños.
Entender las diversas causas del lagrimeo ocular es esencial para abordar el problema de manera efectiva. Cada causa puede requerir un enfoque diferente para su tratamiento y prevención, asegurando así la salud y el confort ocular.
Diagnóstico
Cuándo consultar a un médico
Es fundamental saber cuándo es necesario buscar atención médica para el lagrimeo ocular. Aunque a veces puede ser una molestia menor, hay ciertas señales de alarma que indican que se debe consultar a un oftalmólogo:
+ Dolor persistente: Si experimentas dolor ocular junto con lagrimeo, esto podría ser un signo de una condición más grave.
+ Visión borrosa: Cambios en la visión, como visión borrosa o disminuida, requieren una evaluación médica inmediata.
+ Secreción inusual: La presencia de secreción amarillenta, verdosa o sanguinolenta puede indicar una infección ocular.
+ Enrojecimiento extremo: Aunque el enrojecimiento leve puede ser normal, un enrojecimiento severo y persistente podría ser preocupante.
+ Sensación de cuerpo extraño: Si sientes que algo está atrapado en tu ojo y el lagrimeo no alivia esta sensación, consulta a un médico.
+ Sensibilidad a la luz: Un aumento repentino en la sensibilidad a la luz puede ser una señal de inflamación o infección ocular.
+ Persistencia y cronicidad: Si el lagrimeo es persistente y no mejora con el tiempo o con cuidados básicos, es importante buscar atención médica.
Pruebas y exámenes que realizan
Para diagnosticar la causa del lagrimeo ocular, un oftalmólogo puede realizar varias pruebas y exámenes. Algunas de las más comunes incluyen:
+ Examen de la vista: Un examen visual completo ayuda a evaluar la salud general de los ojos y detectar cualquier problema subyacente.
+ Test de Schirmer: Este test mide la producción de lágrimas. Se coloca una pequeña tira de papel debajo del párpado inferior y se mide la cantidad de lágrimas producidas en un tiempo específico.
+ Tinción con fluoresceína: Este procedimiento consiste en aplicar un tinte especial en el ojo que ayuda a resaltar cualquier daño en la superficie ocular y a observar el flujo de lágrimas.
+ Evaluación de los conductos lagrimales: Se puede usar una solución salina y una jeringa para ver si los conductos lagrimales están bloqueados.
+ Prueba de oclusión temporal: Para determinar si el ojo seco es la causa del lagrimeo, el médico puede obstruir temporalmente los conductos lagrimales para evaluar si la condición mejora.
+ Cultivo de secreciones oculares: Si hay presencia de secreciones inusuales, el médico puede tomar una muestra para cultivo y determinar si hay una infección bacteriana o viral.
+ Pruebas de alergia: En casos de sospecha de alergias, se pueden realizar pruebas cutáneas o análisis de sangre para identificar los alérgenos específicos que están causando el problema.
Estas pruebas ayudan al oftalmólogo a identificar la causa específica del lagrimeo ocular y a diseñar un plan de tratamiento adecuado. Si experimentas cualquiera de las señales de alarma mencionadas o si el lagrimeo persiste, es esencial buscar atención médica para mantener la salud ocular y prevenir complicaciones mayores.
Tratamientos y remedios
Tratamientos médicos
Medicamentos para alergias e infecciones
+ Alergias: Los antihistamínicos en forma de gotas oculares pueden aliviar el lagrimeo causado por alergias. También se pueden usar estabilizadores de mastocitos y corticosteroides en casos severos. Medicamentos orales antihistamínicos también pueden ser efectivos.
+ Infecciones: Las infecciones oculares, como la conjuntivitis bacteriana, suelen tratarse con antibióticos en forma de gotas o ungüentos. En el caso de infecciones virales, como la conjuntivitis viral, el tratamiento se centra en aliviar los síntomas ya que suelen resolverse por sí solas.
Procedimientos para problemas de conductos lagrimales
+ Obstrucción de conductos lagrimales: Para tratar la obstrucción de los conductos lagrimales, se pueden realizar procedimientos como el sondaje y lavado de los conductos para despejarlos. En casos más severos, puede ser necesario realizar una cirugía, como la dacriocistorrinostomía (DCR), para crear una nueva vía de drenaje para las lágrimas.
+ Problemas anatómicos: Condiciones como el ectropión y entropión pueden requerir cirugía para corregir la posición del párpado y permitir un drenaje adecuado de las lágrimas.
Remedios caseros y preventivos
Lavados oculares
Los lavados oculares con solución salina pueden ayudar a eliminar irritantes y alérgenos del ojo. Se recomienda usar soluciones estériles específicas para los ojos para evitar infecciones.
Uso de humidificadores
El uso de humidificadores en el hogar, especialmente en ambientes secos, puede ayudar a mantener una humedad adecuada en el aire, previniendo la sequedad ocular y reduciendo el lagrimeo excesivo.
Pausas regulares al usar pantallas
Para prevenir la fatiga ocular causada por el uso prolongado de pantallas, es recomendable seguir la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies (aproximadamente 6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos. Esto ayuda a reducir la tensión ocular y mantener una producción adecuada de lágrimas.
Cambios en el estilo de vida
Estrategias para reducir la exposición a irritantes
+ Evitar alérgenos: Minimizar la exposición a alérgenos comunes como el polvo, el polen y el pelo de mascotas. Usar filtros de aire y limpiar regularmente los espacios de vida puede ser beneficioso.
+ Protección ocular: Usar gafas de sol y gafas protectoras en ambientes con mucho viento o polvo puede proteger los ojos de irritantes ambientales.
Técnicas para manejar el ojo seco
+ Gotas lubricantes: Las lágrimas artificiales pueden proporcionar alivio inmediato al ojo seco. Se recomienda usar gotas sin conservantes para evitar irritaciones adicionales.
+ Suplementos de omega-3: El consumo de ácidos grasos omega-3, presentes en alimentos como el pescado y las nueces, puede mejorar la calidad de la película lagrimal y reducir los síntomas del ojo seco.
+ Parpadear conscientemente: Recordar parpadear con más frecuencia, especialmente cuando se usan dispositivos electrónicos, ayuda a mantener los ojos lubricados.
Implementar estas estrategias y tratamientos puede ayudar a controlar el lagrimeo ocular y mejorar la salud ocular general. Es importante seguir las recomendaciones de un profesional de la salud ocular para un tratamiento adecuado y personalizado.
Prevención
Prevenir el lagrimeo ocular y mantener la salud ocular en óptimas condiciones requiere seguir algunos consejos generales que abarcan la higiene ocular, el uso adecuado de lentes de contacto y la protección en ambientes adversos. Aquí te presentamos algunas recomendaciones clave:
Mantener una buena higiene ocular
+ Limpieza diaria: Lava tus ojos suavemente con agua limpia y evita frotarlos con las manos sucias para prevenir infecciones.
+ Retiro de maquillaje: Siempre retira el maquillaje de los ojos antes de dormir para evitar obstrucciones en los conductos lagrimales y prevenir infecciones.
+ Cuidado de las pestañas: Limpia las pestañas regularmente para eliminar cualquier acumulación de aceites y desechos que puedan causar irritación.
Uso adecuado de lentes de contacto
+ Higiene de las manos: Lávate las manos con agua y jabón antes de manipular las lentes de contacto para evitar la transferencia de bacterias y otros contaminantes.
+ Limpieza de las lentes: Usa soluciones específicas para la limpieza y desinfección de tus lentes de contacto. Nunca uses agua corriente o saliva para limpiarlas.
+ Descanso de las lentes: Da a tus ojos un descanso de las lentes de contacto usando gafas regularmente para evitar la fatiga ocular y la sequedad.
+ Reemplazo adecuado: Sigue el calendario recomendado para reemplazar tus lentes de contacto y nunca uses lentes desechables por más tiempo del indicado.
Protección ocular en ambientes adversos
+ Gafas de sol: Usa gafas de sol con protección UV para proteger tus ojos de los rayos ultravioleta, el viento y el polvo cuando estés al aire libre.
+ Gafas protectoras: En ambientes laborales o recreativos donde hay riesgo de partículas voladoras o productos químicos, usa gafas protectoras para evitar lesiones oculares.
+ Ambientes secos: En entornos con aire muy seco, considera el uso de un humidificador para mantener una humedad adecuada en el aire y prevenir la sequedad ocular.
Otros consejos útiles
+ Parpadeo frecuente: Parpadear regularmente, especialmente cuando estás usando dispositivos electrónicos, ayuda a mantener los ojos lubricados y reduce el riesgo de sequedad.
+ Descansos visuales: Sigue la regla 20-20-20 para reducir la fatiga ocular: cada 20 minutos, mira algo a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos.
+ Hidratación adecuada: Mantén una buena hidratación bebiendo suficiente agua a lo largo del día, ya que la hidratación general del cuerpo contribuye a la producción de lágrimas de calidad.
+ Dieta equilibrada: Consume una dieta rica en nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3, vitaminas A y E, que son importantes para la salud ocular.
Siguiendo estos consejos generales, puedes reducir el riesgo de lagrimeo ocular y mantener tus ojos saludables y cómodos. La prevención es clave para evitar problemas oculares a largo plazo y asegurar una buena visión y bienestar ocular.






